Parece ayer, pero ya son 26 años desde que me gradué de la escuela de quiropráctica.
26 años que abrí mi primera práctica.
26 años de arduo trabajo en el desarrollo de nuestras oficinas.
26 años observando el crecimiento de nuestra profesión en la Isla.
Con la perspectiva ganada, me resulta evidente lo que va a ocurrir en nuestra profesión, no en 26, sino en solo 1, 3, o 5 años, y con el corazón en la mano te escribo hoy. Deseo que luego de leer este BLOG descubras el enorme compromiso, responsabilidad, y acción que la situación que se avecina exige de nosotros; situación que podría poner en juego nuestra profesión. Y de aplicar, reevalúes tu visión sobre el futuro de la Quiropráctica en Puerto Rico, y la postura que asumirá tu oficina ante este.
En retrospectiva, es impresionante el acelerado y expansivo aumento de nuestra clase profesional.
Al regresar a Puerto Rico en el 1994, tras graduarme de la escuela quiropráctica, no éramos más de 40 Quiros, los planes médicos no cubrían nuestros servicios, y no habían oportunidades de empleo para quiroprácticos como las que hay hoy. Básicamente si deseabas practicar en la Isla, tenías que hacer lo tuyo, y empezar de cero como me tocó a mí, y posiblemente a ti. Lidiando con los embates, frustraciones, y dificultades de iniciar una oficina sin experiencia práctica previa.
"Fast Forward" 26 años...
La Nueva Realidad
Somos más de 200 colegas.
Los planes médicos cubren nuestros servicios.
Hay Quiros en todas las áreas principales de Puerto Rico.
Se establece la primera escuela de quiropráctica en Puerto Rico.
A demás, y en mi humilde opinión, la Quiropráctica cuenta con muy buena reputación ante el ojo público de la Isla al compararla con los Estados Unidos Continental y otros países. Esto, sin duda, gracias al excelente trabajo de nuestros pioneros, el de cada uno de nosotros, y las incansables gestiones del liderazgo de nuestra profesión.
Hoy la Quiropráctica en Nuestra Tierra se Prepara a Expandirse Exponencialmente
Son más los estudiantes de quiropráctica puertorriqueños por regresar a la Isla, que quiroprácticos en ella.
Se gradúan decenas, tal vez centenas, de quiroprácticos boricuas cada trimestre.
Los estudiantes ahora pueden hacer sus internados con colegas preceptores en Puerto Rico.
En poco tiempo se gradúa la primera clase de la escuela de quiropráctica de la Isla.
Lo anterior crea distintas posturas entre colegas establecidos, algunas polarizadas.
Las cosas se ven según el cristal con que las mires.
Dependiendo de tu punto de vista sobre "La Nueva Realidad”:
Puedes pensar que esta creará una competencia profesional incapacitante, la cual perjudicará a los pacientes que servimos, la opinión pública, y a nuestra profesión.
O puedes darte cuenta que la situación que se avecina exige gran compromiso, responsabilidad, y acción de cada uno de nosotros, los colegas establecidos en la Isla; en relación al futuro de nuestra profesión, su sustentabilidad, y proyección. Y reconocer que la solución no es la resistencia, sino la integración, apoyo, y colaboración.
Errores que Lamentar
Fuimos jóvenes quiroprácticos hace poco tiempo, y todos podemos recordar los errores que cometimos en nuestros inicios, algunos que no nos atreveríamos admitir.
Ninguno de esos errores fueron conscientes ni malintencionados, todo lo contrario, se cometieron por falta de experiencia práctica, en el nombre de la atención del paciente, el bien de la Quiropráctica, y la buena intención de nuestro desarrollo profesional.
Son esos mismos errores de prepa los que con facilidad, y cometidos no ocasionalmente por colegas aislados, sino continuamente por cientos de nuevos colegas con limitada experiencia en las peculiaridades, matices, y retos de a práctica privada en Borinquen, pueden afectar la bella reputación con la que cuenta la Quiropráctica en nuestra isla. Lo interesante es que esa situación es prevenible, y está en nuestras manos hacerlo.
¿Te das cuenta como la reputación de nuestra profesión está en juego?
Estos Errores son en su Mayoría Prevenibles
No hubiéramos tenido que cometer estos errores si al llegar a la Isla, hubiésemos contado con la mentoría correcta, la mano de un colega senior que nos orientara, o simplemente una oportunidad de empleo en una oficina sólidamente establecida que nos permitiera un vistazo a la realidad de la vida profesional en la Isla. Como sabemos, muy distinta a la que se le presenta al estudiante en la academia, la clínica de "outpatient", u oportunidades de trabajo en el exterior.
Cuanto más económico, fácil, y rápido hubiera sido nuestro desarrollo profesional, si hubiéramos tenido al oportunidad de ganar experiencia en una oficina local antes de lanzarnos a los embates de la práctica privada.
Pronto, tal vez ya, jóvenes colegas van a tocar la puerta de nuestras oficinas solicitando espacio de trabajo, empleo, mentoría, o tal vez un simple consejo.
¿Cómo Vamos Manejar esa Situación?
Por falta de visión, conocimiento, y herramientas le vamos a “cerrar la puerta” y dejarlos cometer los mismos errores, que nosotros cometimos; lo único que ahora multiplicado por 100. O abriéndoles las puertas, recibiéndolos con entusiasmo, y creando una oportunidad Ganar-Ganar-Ganar, donde gana el joven colega, gana el público, y gana la profesión.
Viéndolo por el Lente Adecuado
La llegada de nuevos colegas abre una ventana de oportunidad para apoyarles en su desarrollo profesional, y así continuar laborando para el futuro de nuestra profesión en la Isla, y el servicio al público que tanto nos necesita.
En nuestras manos está, no solo salvaguardar, sino elevar al próximo nivel de alcance, reconocimiento, y profesionalismo nuestra clase profesional. Mientras a la vez apoyamos al joven colega en su desarrollo, y continuamos siendo parte esencial de la restauración y mantenimiento de la salud de nuestra gente.
Respetuosamente te invito a ponderar lo anterior y aprovechando el inicio de un nuevo año, reevalúes tu visión sobre el futuro de la profesión, qué vas a hacer para elevarla al próximo nivel, y qué postura asumirá tu práctica ante La Nueva Realidad para la Quiropráctica en nuestro Puerto Rico.
Sabes estoy siempre a tus órdenes, Carlos
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