La abundancia no es el estado de tu cuenta bancaria, sino TU ESTADO personal. La palabra abundancia tiene que ver con “Abundar” y su antónimo, es decir su opuesto, es penuria.
En la abundancia, sobra, en la penuria, falta.
Pero cuando hablamos de abundancia debemos entender que el mundo, el universo en general, es abundante. Así es la naturaleza. Es decir, así como puede abundar la riqueza, puede abundar la pobreza. Así como puede abundar la salud, puede abundar la enfermedad. Así como puede abundar la opulencia, puede abundar la necesidad.
Nosotros, por nuestra propia naturaleza, vivimos en abundancia…la pregunta es:
¿En qué abundancia vivimos?
¿En la abundancia de riqueza o en la abundancia de pobreza?
Podemos fluctuar de un lado a otro, o podemos elegir permanentemente la abundancia de riqueza y permanecer allí.
Cabe indicar, que se tiene que tener abundancia de riqueza en todas las áreas de la vida. Aquí le presentamos una lista de pasos que le ayudarán a crear verdadera abundancia:
AGRADECER: El agradecimiento está infravalorado. La gratitud es el hábito de los ganadores… el éxito de una persona no tiene tanto que ver con su conocimiento técnico, sino con su energía.
Las personas que viven en la abundancia de riqueza son personas que empiezan su día dando las gracias a Dios, al universo, a ellos mismos, a sus padres. El sentimiento de agradecimiento te lleva a reconocer la fuente provisora. Es un modo de honrar a la naturaleza.
ESTADO: No puedes tener éxito si no tienes un manejo de ti mismo. A este punto se le conoce como "dominar tu estado".
Cuando alguien incumpla algún acuerdo contigo, no te enojes, ni expreses ira. Las personas abundantes viven con sentimientos positivos, pero esto no significa ser un “miss simpatía” o un “pelele.” Por el contrario, significa saber valorar el tiempo y no desperdiciarlo con cualquier persona.
No grites, ni te molestes, ni reniegues, ni reclames, por las personas que ni siquiera merecen un segundo de tu tiempo: al contrario, agradece porque ahora ya los conoces. Ya sabes que ellos no son de los tuyos. No pelees, simplemente ya sabes que ellos no andan en tu sintonía y, en consecuencia, no establecerás alianzas con esas personas. La persona abundante sabe algo: sólo puede controlarse a sí mismo. No controla el comportamiento ni actitud de los demás, por eso no pierde tiempo tratando de cambiarlos.
PERDONAR: Las personas que viven en abundancia practican el perdón. Si alguien nos hizo daño, nos lastimó y abusó de nosotros, lo que debemos hacer es perdonar. Perdonar no es olvidar, sino estar en paz con uno mismo.
Cuando no hay perdón, se vive pensando en cómo vengarnos o en cómo hacer que el otro pague por lo que nos ha hecho. Ese sentimiento nos conduce al pasado. Por es importante perdonar, porque nos alivia el viaje. La palabra perdón significa:
"Donar definitivamente al deudor aquello que nos debía."
Si nos hicieron la vida imposible, nos debían la tranquilidad. Pero nosotros decidimos regalarles esa tranquilidad que nos debían porque ya lo hemos superado. No nos hemos preguntado:
¿Por qué me pasó esto?
Sino:
¿Para qué me pasó esto?
Ahora somos más fuertes, más grandes, ahora somos superiores. Hemos convertido el daño que nos hicieron en una lección, en una oportunidad de crecimiento.
SIGNIFICADO: Seguido al perdón, viene el volver a darle significado a nuestro pasado. Le llamamos: “resignificar el pasado.”
Se sabe que las personas con actitud de pobreza viven atascadas en el pasado. Alguien que vive en el ayer no puede construir un mañana. Por eso importante que, si te ha ocurrido algo negativo, le des la vuelta a la página. Y eso no significa OLVIDAR, al contrario, significa SUPERAR.
Olvidar y superar no son lo mismo.
He aquí una diferencia: Una persona sufrió violencia por parte de su padre. Cada vez que cuenta su desgracia, llora. Cada vez que lo hace, ella está recordando y la palabra recordar, en buena cuenta, significa “volver a sentir.”
¿Cómo piensas ser libre si con frecuencia vuelves a sentir el daño que te hicieron?
Otra mujer, con el mismo caso, ha SUPERADO su pasado. Antes ella lloraba recordando lo malo que le pasó. Hoy ella dice:
“La vida me hizo fuerte desde pequeña porque me dio la oportunidad de conocer una de las cosas más tristes del mundo. Gracias a eso que me pasó ahora ayudo a que las niñas de mi comunidad vivan una niñez sana y feliz.”
Son casos iguales, pero interpretaciones distintas. La pregunta es: Eso que te ha pasado, ¿qué significa para ti? Si te robaron, si te pegaron, si te maltrataron, si sufriste abuso… ¿significa que eso es algo que te hará llorar siempre o significa que fue una oportunidad para ser más fuerte? Significado, esa la clave: dale a tu pasado un significado positivo, así lo vas a superar.
SENTIMIENTOS: Las personas abundantes piensan que hay para todos. Piensan que todos pueden tener éxito, y por eso se alegran con el éxito de los demás.
El abundante ve que alguien tuvo éxito y dice:
“Gracias, me estás demostrando que sí se puede.”
Por eso tienes que aprender a ALEGRARTE con el éxito de los demás. En general, en nuestra cultura, más bien se alienta a tener envidia por los demás. De nada sirve que agradezcas, que perdones y que te prepares, si muy en el fondo sientes envidia por los demás.
La envidia es el sello de la escasez.
La generosidad y la alegría son semillas de abundancia.
LENGUAJE: Las personas de éxito le prestan atención a su lenguaje. El lenguaje es poderoso: crea imágenes en nuestra mente. Un lenguaje positivo usa palabras energizantes, edificadoras, constructivas. La abundancia empieza con este binomio: Pensamientos/Palabras.
Una palabra es un pensamiento hablado, y un pensamiento es una palabra en silencio.
¿Qué tal si te escuchas durante un día? ¿Qué tal si grabas todas tus conversaciones y examinas cada palabra que usas?
Señores, la abundancia es, sobre todo, UN ESTADO DEL ESPÍRITU. Una mente perturbada no puede ser abundante.
Una mente apurada, ajetreada, angustiada, no puede ser abundante. La abundancia de riqueza es un privilegio al que sólo pueden acceder las mentes que están en paz, las mentes equilibradas, organizadas, y agradecidas.